Rumba |
Historia |
En un principio, el término rumba era sinónimo de fiesta popular, abarcando esta denominación igualmente a la música tocada y cantada en estas fiestas. Los conjuntos de son tomaron algunos elementos de estas músicas dándoles estructuras más concretas, a las que se etiquetó como rumba, y englobándose dentro de este término el guaguanco y la conga.
La rumba proporcionaba un ritmo caliente, evocador de paisajes paradisiacos con los que soñar, lo que provocó que a principios de los años treinta se introdujera en Nueva York convirtiéndose en la locura de moda entre el público blanco estadounidense, contribuyendo a ello la depresión económica de los años treinta. Sin embargo, a finales de la década siguiente cambió la perspectiva debido a las grandes inmigraciones de América Latina y las canciones tuvieron como destinatario un público latino.
En Cuba existen muchos bailes denominados rumba, que se concretan principalmente en tres estilos de rumbas: el yambú, la columbia y el guaguanco. El más conocido de todos es el guaguanco, que integra más elementos procedentes de España, como el traje de rumbera y el pañuelo. La estructura musical de la rumba se describe en compás de 4x4.
Por otro lado en Estados Unidos surgió un estilo conocido como rumba lenta, que más tarde pasó a Europa. Musicalmente es un bolero pero un poco más rápido (también llamado "bolero rítmico"), pero la forma de bailar es muy similar al danzón, coincidendo así en los pasos básicos con la rumba (de salón) , aunque en figuras avanzadas tiene un estilo diferente.
Por tanto, existen dos estilos principales: la rumba lenta, elegante, con movimiento de caderas tropical y romántica; y la rumba cubana, rápida , alegre, también con movimiento tropical y desenfadada.
La posición es igual que en los bailes caribeños merengue, cha-cha-cha y mambo. Los cuerpos muy juntos y los brazos al estilo tropical.
En la rumba también se realiza el movimiento de caderas caribeño. Así, cuando movemos una pierna la flexionamos dejándola libre de peso y marcamos la cadera de la pierna contraria que queda estirada y con todo el peso del cuerpo. Pero a diferencia del mambo, en el último medio tiempo la pelvis no se para sino que continúa moviéndose. De este modo, la pierna con la que dimos el último paso se va cargando con el peso y estirando más lentamente (aquí se empieza a flexionar la otra) al tiempo que se empieza a marcar su cadera. De todas formas, no se marca ésta totalmente hasta que no se da el siguiente paso.