Está compuesto por más de 600 componentes, de los cuales el agua es el mayoritario, suponiendo del 75% al 91%, el siguiente es el alcohol (cuyo contenido en grados alcohólicos representa el porcentaje en volumen), y a continuación estaría toda la serie de sustancias disueltas en la mezcla hidroalcohólica.
Los caracteres organolépticos de un vino,
es decir, aquellos capaces de estimular nuestros sentidos, dependen de
numerosos factores:
Mediante el análisis sensorial, o cata, se pretende conocer a fondo el vino: pasado, presente y futuro, y expresar toda la gama de sensaciones que nos aporta. Es necesario, por tanto, que conozcamos, tanto el producto, como sus condiciones de servicio y conservación, para, mediante un análisis sensorial adecuado, llegar a descubrir el mundo de sensaciones que todo vino supone.